Citas de Siddhartha (Hermann Hesse)
Cuando alguien busca, fácilmente puede ocurrir que su ojo sólo se fije en lo que busca; pero como no lo halla, tampoco deja entrar en su ser otra cosa; no puede absorber ninuna otra cosa, pues se concentra en lo que busca.
Todos son sumisos y quisieran recibir amistad, les gusta obedecer, pensar poco. Toda la gente es como los niños.
El amor se puede obtener si ruegas, lo compras o lo recibes como regalo, encontrándolo en la calle, ¡pero no puede ser robado!
Vio a la humanidad ir a través de la vida como niños o animales, a los que amaba, pero despreciaba al mismo tiempo. Los vio trabajando, sufriendo y ensombreciéndose por cosas que le parecían no merecer ese precio: por dinero, pequeños placeres o por ser ligeramente honrados, los vio peleando e insultándose…
Cuando arrojas una piedra al agua se irá al fondo hasta en la corriente más fuerte.
La mayoría de gente, es como una hoja que cae, gira a través del aire, se agita y golpea el suelo. Pero hay otros, unos pocos, que son como estrellas, siguen un curso fijo del que ningún viento puede desviarlos.
Tal vez la gente de nuestra clase no puede amar. La gente infantil sí puede; ese es su secreto.
Tantas, tantos miles poseen esta dulce y buena fortuna, ¿por qué yo no? Incluso la gente mala, los ladrones y los bandidos tienen hijos y los aman y son amados por ellos, excepto yo.
Tal vez estás buscando demasiado, que en toda esa búsqueda no tienes el tiempo para encontrar.
La sabiduría no puede ser transmitida. La sabiduría que un erudito trata de transmitir a otro hombre, siempre suena a estupidez.
El conocimiento puede ser transmitido, pero no la sabiduría. Puede ser hallada, puede ser vivida, es posible ser impulsado por ella, los milagros se pueden realizar con ella, pero no puede ser expresada ni explicada en palabras.
Todo lo que puede expresarse con pensamientos y dicho con palabras es parcial, carece de integridad, de redondez, de unidad.
Y si el tiempo no es real, entonces la brecha que parece existir entre el mundo y la eternidad, entre el sufrimiento y la felicidad, entre la maaldad y la bondad, también es una ilusión.