La sombra de los árboles

Parafraseando a Georg Christoph: todo es reflejo

En esta reflexión, voy a darle un enfoque totalmente contrario a este pensamiento. Me refiero a la influencia que los demás ejercen sobre nosotros como si se tratara de la sombra de los árboles.

Está claro que todo nos influye de una forma u otra: amigos, compañeros de trabajo, clientes, proveedores, televisión, cultura, tradiciones, familia, Internet, etc…

Nuestra forma de ser se va consolidando como si fuera un inmenso mosaico con las experiencias que compartimos o aprendemos de los demás. Sólo nosotros podemos elegir en qué o quién nos queremos convertir. Normalmente, excepto casos extremos, las personas solemos tener en nuestro catálogo emocional una gran cultura de manías, gustos, preferencias y costumbres.

Las relaciones de pareja

¿Cómo nos influyen nuestras parejas en nuestra forma de ser? Está claro que cuando se empieza a salir con una persona, ésta se encuentra con unos cimientos que conforman nuestra forma de ser.

¿Cómo influye esa persona en nosotros? A medida que la confianza aumenta, nos dejamos influenciar cada vez más por nuestra pareja. En lo bueno y en lo malo. En mi opinión, terminamos llegando a un término medio entre ambas conciencias dependiendo de la persona que tenga el carácter más dominante.

¿Y esto es bueno? Pues si la otra persona es una buena influencia ¡claro que sí! De una forma u otra, está claro que aprenderemos algo y sabremos valorar mejor las cosas.

A quién buen árbol se arrima, buena sombra le cobija…

¿Cómo te han influenciado a ti?