Lost in Translation by Janmi
El otro día me vi en una situación en la que entendía poco lo que me decían. Se trataba de una charla de una hora en alemán (por encima de mi nivel).
Cuando te das cuenta de que por mucho que te esfuerces no entenderás más, empiezas a distraerte…
Odio los relojes de agujas, no obstante centré mi atención en uno particularmente grande que había en la sala. La aguja más larga no se movía. Me entretuve a alternar mi distracción con otras cosas para así percibir su movimiento.
¡Qué cabeza! Justo delante de mí se sentaba un tío alto y con una cabeza digna de un circo.
¿Qué es lo que hice? Pues lo que buenamente pude… Moví mi cabeza al ritmo de mi enemigo buscando, como un jugador de fútbol, el hueco de visibilidad.
Fue horrible ya que parecía que la charla me la estaba dando una nuca y no un conferenciante…
La próxima vez intentaré ponerme en primera fila o detrás de aluna persona bajita.