Citas de ‘El Atlético Invisible’ de Terry Pratchett

Citas de ‘El Atlético Invisible’ de Terry Pratchett

Lo leyó tan deprisa que sus ojos deberían haber dejado un rastro en el papel

Si uno va por ahí tirando conjuros como si no hubiera un mañana, lo más probable es que no lo haya

Lo que el sabio no puede cambiar, debe canalizarlo

A lo mejor has cabreado a la clase de gente que no escucha las disculpas

¿Podrías repetir eso último? No me lo quito de la cabeza. En realidad, creo que una parte me asoma por la oreja

Algún día llegaría un príncipe, aunque Glenda tuviera que traerlo a rastas y encadenarlo

Es difícil odiar a alguien que esté muy lejos. te olvidas de lo despreciable que es. Pero a un vecino le ves las verrugas todos los días

Rebosaba generosidad en la cintura

Allí estaba la hoja con el futuro de Trev escrito en ella con palabras muy cortas

-Y me está diciendo que me equivoco. ¿O no?
-Preferiría que considerase que estoy sugiriendo un modo de que tenga más razón todavía

Pero la autoridad debía respaldar a la autoridad, por lo menos en público, porque de lo contrario dejaba de haber autoridad

-Podrías comer en ese suelo -protestó Ridcully con sequedad, y probablemente lo harías, añadió para sus adentros.

¿Por qué existe cierta mentalidad militar que lleva a personas sensatas a repetir, con ganas, lo que no ha funcionado antes?

Algunas escenas solo llegan a ser un recuerdo, más que una experiencia, porque suceden demasiado deprisa para una comprensión inmediata

La gente cree que actuar y pensar son lo mismo

Todo es jijí y jajá hasta que alguien pierde una cabeza

-Creo que existe una solución pacífica a la evidente animosidad que nos separa

La manera de conservar el poder es asegurarte de que la idea de que no estés resulte absolutamente impensable