Crítica de Que la Muerte te Acompañe de Risto Mejide

Crítica de Que la Muerte te Acompañe de Risto Mejide


Argumento de Que la muerte te acompañe:

Así empiezan realmente casi todas las historias de amor. Y así suelen permanecer, con suerte, durante mucho tiempo. De hecho, la mayoría de relaciones se acaban precisamente cuando chico conoce a chica, o viceversa. Esta es la historia de Toscano y Paula, dos almas gemelas que no se conocen de nada, pero que se intuyen demasiado. Se intuyen tanto que están dispuestos a cualquier viaje para encontrarse. Ella, a través de los placeres y servidumbres de la cita y de la carne. Él, a través de un cielo de lo más publicitario, crematístico y comercial. Y entre ellos, la única barrera que —dicen— es insalvable (morirse) y el único fin que justifica todos los medios (quererse). (Vía Casa del Libro)

Crítica de Que la muerte te acompañe.

En esta crítica podría actuar, no ser yo mismo, e intentar atacar al señor Mejide con una crítica como las que él suele hacer en los programas en los que colabora. Pero no puedo. Y no puedo, no sólo porque no tengo sus capacidades para la evaluación crítica, humor ácido, negro e inteligente… Sino porque su novela no se lo merece. «Que la muerte te acompañe» es un pedazo de libro. Con eso lo digo todo. Puede ser que nos atraiga hacia su lectura el renombre de su autor, Risto Mejide, pero terminaremos leyéndolo y disfrutándolo por la novela en sí.

Risto Mejide
Risto Mejide

El personaje de Toscano, sobre todo al principio, tiene toques de la imagen de tío duro y cabroncete con las que Risto actúa en programas como «Operación Triunfo» o «Tú sí que vales». Eso está bien, pero el argumento de la novela, sus capítulos cortos y poéticos son la verdadera clave del libro. Risto nos transforma la metafísica de entrar en el cielo en una metáfora de la publicidad a través de las distintas plantas de El Corte Inglés. Los personajes, cargados de carácter, nos harán disfrutar del libro y conseguir que nos leamos sus 280 páginas en un santiamén.

Las metáforas, a veces acidez, otras veces elocuencia de los diálogos y descripciones valen su peso en oro. Un ejemplo es esta descripción, quizás algo catastrofista, del amor:

Enamorarse es fuego. Un proceso que todo lo quema y todo lo consume, sobre todo a quien lo profesa. Como toda autocombustión, afortunadamente no dura para siempre. Nadie sobriviviría mucho tiempo a esa ceguera, a esa falta de cordura, a esa cerrazón.

Muy buen libro. ¡Lo recomiendo! Risto, con este libro y este derroche de sentimientos y genialidad… ¡Tú sí que vales!

Actualizado: El propio Risto Mejide ha retuiteado esta crítica. Gracias Risto!