Un extraterrestre en mi clase
Había una vez un extraterrestre llamado Zork que vivía en una galaxia muy lejana. Un día, mientras exploraba el universo, Zork aterrizó accidentalmente en el patio de una escuela en la Tierra.
Al principio, Zork estaba muy asustado porque no sabía dónde estaba ni qué hacer. Pero pronto se dio cuenta de que la escuela era un lugar lleno de niños y jóvenes, y pensó que podría hacerse pasar por un alumno más para pasar desapercibido.
Zork se transformó en un niño de 10 años y se unió a una clase en la escuela. Los otros niños lo aceptaron rápidamente, aunque notaron que era un poco extraño y no se parecía a nadie que hubieran conocido antes. Zork estaba emocionado de estar en la escuela, aprendiendo cosas nuevas y haciendo amigos.
Sin embargo, pronto Zork descubrió que la vida en la Tierra no era tan fácil como había pensado. No entendía muchos de los conceptos que se enseñaban en la escuela y tuvo problemas para seguir el ritmo de sus compañeros de clase.
Además, cuando el maestro le preguntaba sobre su familia, su hogar y su origen, Zork no sabía qué decir. Se dio cuenta de que no podía ocultar su verdadera identidad por mucho tiempo.
Zork decidió que era hora de decirle a alguien la verdad. Habló con el maestro en privado y le contó su historia. Al principio, el maestro estaba sorprendido, pero luego se sintió emocionado de tener a un extraterrestre en su clase. Juntos, encontraron una manera de ayudar a Zork a aprender lo que necesitaba saber para estar al día con sus compañeros de clase.
Después de un tiempo, Zork se acostumbró a la vida en la Tierra y se hizo amigo de muchos de los otros niños en la escuela. Todos aprendieron mucho de él y se divirtieron mucho juntos. Zork se dio cuenta de que aunque era diferente a los demás, eso no significaba que no pudiera ser feliz y tener amigos en un mundo nuevo y extraño.
Finalmente, llegó el día en que Zork tuvo que regresar a su hogar en la galaxia lejana. Se despidió de sus amigos y compañeros de clase, y prometió nunca olvidar todo lo que había aprendido en la Tierra. Los otros niños lo extrañaron, pero estaban emocionados de saber que habían tenido un extraterrestre en su clase.