Nueva entrega del superhéroe más macarra
Hace miles de años, los seres fantásticos crearon el ejército dorado, un montón de… cosas amarillas indestructibles, para acabar con los humanos en la guerra que libraban. Asustados por su crueldad a la hora de matar, acordaron una tregua y escondieron el ejército jurando no volver a despertarlo. Sin embargo, el príncipe del mundo fantástico está decidido a hacerlo, debido a que los humanos maltratan y destruyen la Tierra. En su camino se interpondrán Hellboy, su novia Liz (con la que deberá intentar convivir) y el pescado azul, cada uno con su propia lucha interna (amor, destino, miedo,… esto parece un culebrón).
Dirigida de nuevo por Guillermo del Toro (El laberinto del Fauno) y con el mismo reparto que la primera (Ron Perlman como Hellboy y Selma Blair como Liz), esta nueva entrega tiene más acción, más espectacularidad y un argumento más infantil. El director y también guionista ha cogido el laberinto del Fauno y las Crónicas de Narnia y ha metido a Hellboy en medio. Se echan de menos más demonios y monstruos y sobran hadas del bosque y arboles gigantes. Además, con tantos dilemas morales (le quiero, no le quiero) y tanto bicho raro salido de Nunca Jamás o del país de las piruletas, Hellboy apenas tiene espacio para lucir, ya sea con sus frases o con acción.
No es que todo sea malo en la película (ojo a la escena «No hay quién entienda a las mujeres», te partes), ya que el malo está muy currado y te entretiene un poco, pero el ejército es de risa y la película parece hecha para niños de 10 años.
Puntuación: 5